Si estamos en presencia de un problema de comportamiento del perro o el gato, debe realizarse el diagnóstico mediante el examen clínico etológico o médico comportamental, que permite reunir los signos clínicos mínimos (neurovegetativos y conductuales) necesarios para determinar la presencia o no de una patología de conducta, definir los pasos a seguir para resolverlo y elaborar al mismo tiempo el pronóstico, que será siempre favorable en una conducta reforzada por el dueño y reservado o bueno en presencia de una conducta patológica.