El comportamiento del perro depende en menor medida de su herencia y en mayor medida del ambiente que lo rodea desde su gestación y los aprendizajes.
O sea es importante cómo es su gestación, el comportamiento de la mamá (su primera maestra), las características del lugar donde es criado, el lugar donde habita, cómo está integrada la familia, el carácter de los propietarios, los horarios de trabajo, las rutinas, y lo que aprende día a día.
Por lo tanto, no basta con comprar un buen perro de raza para lograr un buen perro de compañía.