Seguramente muchos han vivido situaciones semejantes a la siguiente:
El gato joven o adulto se esconde debajo o detrás de un mueble o atrás de una cortina, se agazapa, comienza a mover lateralmente la parte posterior del cuerpo y la cola. Espera atento en esa posición unos segundos y finalmente ataca a la presa que puede ser un insecto, los pies, piernas, manos, etc. de su propietario o el perro o gato que convive con él.
Está cazando...