Es frecuente encontrar perros callejeros de raza o mestizos y hay quienes expresan que es consecuencia del menor poder adquisitivo en la sociedad. Ese podría ser uno de los motivos, pero solo uno; personalmente creo que echarlos a la calle se debe a la falta de educación, de conciencia social y de responsabilidad de quienes los tienen a su cargo. Como seguramente muchos, no me veo a mi misma o a mi familia haciéndolo independientemente de lo que suceda a mí alrededor, los perros y gatos de casa son parte importante de nuestra vida y ni la falta de dinero o problemas que pudiera causar su comportamiento desencadenaría esa decisión.
Algunos de los vagabundos conviven con personas que abren la puerta a la mañana y los dejan salir de recorrida por las calles sin controlar si ingieren cualquier cosa con el riesgo de intoxicarse o enfermar, si corren autos con la posibilidad de generar accidentes automovilísticos, si con su comportamiento lesionan a otros, o si se reproducen indiscriminadamente. Esto tiene consecuencias para el animal, que puede sufrir daños y para la sociedad porque si enferma contagiará a otros, animales o personas, causará heridas de diferente gravedad, y si engendra hijos estos permanecerán en la vía pública, crecerán, se reproducirán, ocasionarán perjuicios… transformando el problema en una bola de nieve que se agiganta día a día y es muy difícil de detener.